03/02/2021

#CONÓCELAS

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y Niña en Ciencia, ASEICA llevará a las ‘mujeres que hay tras la bata’ a 100 colegios, institutos y universidades españolas a través de la iniciativa #CONÓCELAS, conectarán el 8 de febrero virtualmente con cerca de 6500 alumnos y alumnas de España y el extranjero.

Desde hace cuatro años, el Centro de Investigación del Cáncer participa y organiza actividades para conmemorar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Este año, catorce investigadoras del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC) y socias de ASEICA, participarán en la iniciativa #Conócelas. El Centro de Investigación del Cáncer, también participará en las actividades organizadas por la Universidad de Salamanca para conmemorar el 11 de febrero.

#Conócelas pretende dar visibilidad a las mujeres que investigan, en particular en cáncer, y llevar su trabajo a institutos y colegios de todos los puntos de España posibles. "Algo que nos ha enseñado la pandemia, -puntualiza la coordinadora de Conócelas en Castilla y León, Sandra Blanco, investigadora principal del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC) y científica titular del CSIC- es que cualquier persona puede estar conectada con otra en cualquier parte del mundo, y por eso esta iniciativa va a poder llegar a lugares o poblaciones pequeñas alejadas de núcleos universitarios, académicos e industriales, que por lo general no tiene acceso a este tipo de actividades. Conócelas quiere poner de manifiesto que las mujeres que investigan son además mujeres divertidas, que no solo trabajan en laboratorios o en despachos todo el día. Es importante que los estudiantes entiendan que cualquier persona que se lo proponga puede ser investigadora y que la investigación no tiene por qué ser aburrida. Además, se quiere recalcar que la ciencia no tiene fronteras. Aunque todas las investigadoras que participan en esta iniciativa son españolas, muchas de ellas trabajan en el extranjero".

La iniciativa de Conócelas surge, al igual que otras similares, debido a la brecha de género que todavía hoy en día existe en las carreras STEM. Los datos de la UNESCO demuestran que a pesar de haber vocación entre mujeres existe una brecha de género. Más del 55% de mujeres llevan acabo estudios de máster, comparado con menos del 45% de hombres, sin embargo, en las etapas más avanzadas de la carrera científica existen más de un 65% de hombres y menos de un 35% de mujeres. ¿Por qué? Existen- responde Sandra Blanco- muchas razones, y una de las causas es la falta de visibilidad de mujeres investigadoras y la falta de modelos y referentes para las niñas, adolescentes y mujeres en las etapas tempranas de su carrera.

Todas las investigadoras, en diferentes fases de su carrera profesional (predoctoral, postdoctoral y senior), acercarán a los estudiantes cómo y por qué investigan cáncer.

"Creo - puntualiza Mercedes Dosil, investigadora del CIC y profesora titular de la Universidad de Salamanca- que son muy importantes las iniciativas, como la del 11F, en las que las mujeres de ciencias salimos del laboratorio para que las niñas y niños nos conozcan, y aprovechamos para decirles a las niñas que esa idea de que la ciencia es cosa de hombres no es cierta. Para tener éxito con este cambio de estereotipos necesitamos la complicidad y ayuda de los profesores y de los medios de comunicación"

En sus presentaciones se mostrará también su vocación que mueve su carrera profesional Esther Castellano, investigadora principal del Centro de Investigación del Cáncer y Científica Titular del CSIC, resalta que "es difícil escoger un solo motivo de por qué me gusta la ciencia. Quizá el más importante es porque me gusta saber cómo funcionan las cosas, me apasiona ver y entender el grado de interconexión (¡tan perfecta!) que existe en nuestras células, entender y descubrir cómo pequeños fragmentos de DNA (genes) tienen la información para los millones de procesos que ocurren en las células de nuestro cuerpo, cómo se coordinan esos procesos de una forma tan precisa y cómo una pequeña variación puede provocar la disfunción de la célula, que termina con la disfunción del cuerpo".

Raquel García-Vílchez, investigadora postdoctoral comenta que "desde pequeña tenía claro que yo quería dedicarme. No sabía ni cómo se llegaba ahí ni qué hacía falta para poder hacerlo, sólo que lo encontraba fascinante. Curiosamente, fue una noticia en un periódico sobre un grupo de investigación en cáncer de pulmón la que me hizo decir: “¡Eso es, eso es lo que quiero hacer!” Y desde entonces estudié y me preparé para poder dedicarme a la investigación. Finalmente acabé en un grupo de cáncer, haciendo que, además de la emoción de la investigación, todo esfuerzo sea satisfactorio al saber que un día tu trabajo podría ser de gran ayuda".

Judith López Luis, investigadora predoctoral, reconoce que decidió estudiar biología estando en 3º de la ESO: "Cuando descubrí por primera vez el mundo de la biología y, en especial, de la genética fue como si algo hiciera click en mi cabeza, de repente todo tenía sentido y sabía lo que quería hacer el resto de mi vida...He tenido la suerte de tener a lo largo de mi vida grandes mentores que siempre me han animado a seguir. Primero, unas profesoras de biología excepcionales en el colegio y el instituto, a las que les alegró mucho saber cuál era mi vocación. Posteriormente, en la carrera, tuve un apoyo impresionante del departamento de genética y, en especial, de mi tutora de trabajo fin de grado, con quien tuve el primer contacto con el laboratorio y pude confirmar que esto era a lo que quería dedicar mi vida. Fue ella precisamente la que me dio el empujón para venir a Salamanca, donde tuve la suerte de dar con Sandra Blanco, quien además de mi directora de tesis considero mi mentora".

En definitiva, catorce investigadoras del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca que se acercarán a los siguientes institutos de Castilla y León: